Una coproducción hispano-argentina ha terminado de rodar en el país sudamericano "Limbo", una historia de suspense que conjuga miedo y tecnología, narrada desde las pantallas de sus protagonistas, que llegará a las plataformas digitales en mayo.
La serie arranca cuando Wally, un argentino interpretado por Demián Salomón, hereda una casa en la sierra de Madrid, que vende a Lidia (Ingrid García Jonsson), una joven española y actriz en paro con la que comienza a hablar a través de Skype y otras redes; en las que pronto se empiezan a observar sucesos más extraños que el clásico "chico conoce a chica".
Todo ello, en un formato de ocho capítulos de siete minutos cada uno, "no más que lo que va de una estación de metro a otra", dijo a Efe Mario Levit, que dirige la productora argentina Cruz del Sur Cine, asociada a la española Aquí y Allí Films para llevar a cabo una obra que, prometen, está plenamente pensada para ser vista desde cualquier lugar y plataforma.
La trama se desarrolla con solo tres protagonistas; el tercero, Rodrigo, exnovio de Lidia, es un personaje "un poco siniestro, que no tiene pinta de ser muy buen tío", según resumió a preguntas de Efe el actor que lo encarna, Eloy Azorín (Madrid, 1977).
Rodrigo comienza a hackear a los otros personajes, pero a medida que la historia avanza, "uno va sospechando un poco de cada cosa que se dice, como si todos pudiesen ser la víctima y el victimario", adelantó Salomón (Buenos Aires, 1979).
El intérprete añadió que "se va moviendo esa ficha", algo que "mantiene muy despierto" al espectador.
El productor del "thriller" se mostró orgulloso del "pequeño toque" de terror que llega a causar Limbo, un terror que definió como "atávico, igual al que se tiene de chico", y que, sin monstruos ni sangre, hace sentir al público "desprotegido".
Levit también comparó Limbo con la popular serie "Black Mirror" por su elemento tecnológico, que la producción hispano-argentina aborda con la distorsión que llegan a generar en la comunicación las aplicaciones como Skype y Whatsapp, en las que lo que está sucediendo pocas veces coincide con lo que cuentan los protagonistas.
"No es una serie común y corriente", añadió Salomón, para quien la narrativa, en todo momento desde el punto de vista de las pantallas "aporta una cuota de 'voyeurismo' en el que mira, está espiando una conversación, y los límites de la ficción y la realidad se desdibujan".
Tras participar en el rodaje, en el que se emplearon apenas dos semanas, Azorín destacó por su parte el "ingenio" de la serie, que "le saca mucho partido a los recursos que tiene, que son elementos muy sencillos".
Limbo, la primera serie web latinoamericana coproducida con España, estará disponible según lo planeado en mayo para varias plataformas digitales en España y Argentina; y ya están previstas otras dos temporadas y un eventual largometraje final.
Además, sus productores quieren ampliar su distribución en otros países de Latinoamérica e incluso hay interés para hacer una versión de la misma con protagonistas mexicanos y estadounidenses.
La serie fue filmada gracias al apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) del país austral, bajo la dirección de Fabián Forte ("La Corporación", "Socios por Accidente") y escrita por Nicolás Brito ("Kryptonita", "El muerto cuenta su historia"), ambos argentinos.
De los tres actores, Eloy Azorín destaca con papeles en la serie "Gran Hotel" y la película "Todo sobre mi madre"; la hispano-sueca García Jonsson fue nominada al premio Goya a Mejor Actriz Revelación por "Hermosa Juventud" y Demián Salomón ha participado en el film de terror "Aterrados", entre otros.
Javier Caamaño
Tomado de: Agencia EFE